martes, 29 de marzo de 2011

INSIDER TRADING

El insider trading es una expresión anglosajona para definir en Bolsa el uso indebido de información privilegiada que no comparten el resto de las personas que operan en el mercado y con ella se obtienen beneficios superiores a los normales.

Una información es privilegiada cuando se trata de información reservada que no se ha hecho pública, debe ser concreta y no simples rumores de que algo puede suceder, también debe ser relevante y su divulgación o conocimiento podría influir y hacer variar la cotización de los valores a los que se refiere dicha información.

Este tipo de información es usada por jugadores de ventaja que no asumen ningún riesgo, se les define como “insider ó iniciados” y habitualmente suelen ser los administradores de sociedades que cotizan en Bolsa o quienes prestan servicios de asesoría e inversión.

Estas operaciones de los llamados “iniciados” son consideradas por la Ley como fraudulentas, y prohíbe a quienes dispongan de información privilegiada preparar o realizar operaciones sobre los valores de los que disponen dicha información, así como comunicar o incluso recomendar esta información a terceras personas, ya sean familiares, amigos o cualquier otra persona,  para que sean estas terceras personas las realicen o negocien operaciones de compra o venta de valores.

Aquí os dejo un video explicativo del gran crack de la bolsa en EEUU en 1929, fruto del abuso de información privilegiada.



Los administradores de las sociedades que cotizan en bolsa que dispongan de información privilegiada deben comunicarla a la Comisión del Mercado de Valores, salvo cuando se trate de información sobre una operación en curso en la que se tengan intereses legítimos como por ejemplo una OPA, en cuyo caso debe mantenerse como reservada, y no hacer uso de ella.

Toda esta información privilegiada que poseen los emisores de valores y que no se pone en conocimiento del resto del mercado, se debe proteger con especiales medidas de seguridad y para cada operación, se debe llevar un registro de “iniciados”, a los que se les debe advertir del carácter confidencial de esa información que poseen y prohibirles su uso o darlo a conocer a otras personas.

La realización de estas prácticas está considerada por la Comisión del Mercado de Valores como muy grave y si detectara o intuyera que se ha producido, tiene que instruir un expediente y proponer al Ministerio de Economía la sanción correspondiente, que normalmente suele ser de tipo económico, como imposición de multas de esta el 5% de los recursos propios del infractor, o hasta cinco veces el importe de los beneficios obtenidos por esas operaciones fraudulentas, o bien multa de hasta cinco millones si no se pueden aplicar los criterios anteriores, también se puede suspender por un plazo de hasta cinco años el tipo o volumen de las operaciones o actividades que puede realizar el infractor en el Mercado de Valores,  incluso se le puede revocar la autorización cuando se trate de empresas que prestan servicios de inversión o entidades gestoras del mercado de deuda pública, inscritas en el registro de la Comisión del Mercado de Valores.

Según un estudio elaborado por la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores, en España el 40% de los anuncios de oferta de compra de compañías está precedido por movimientos anormales. A través de su normativa el organismo regulador intenta prevenir y castigar el uso indebido de datos sensibles, pero su aplicación parece compleja.

El procedimiento aplicado es que cuando una operación levanta sospechas, la CNMV inicia una investigación. Aunque los indicios suelen de ser conocidos por el público, las pruebas son difíciles de conseguir. Esto trae como consecuencia que más del 90% de los casos analizados se queda sin castigo. En los últimos 15 años, la CNMV ha publicado 45 sanciones por abuso de mercado, una media de sólo tres multas por año.



Uno de los casos más importantes fue la quiebra de ENRON, la principal compañía energética del mundo. Desde mediados de 2001 surgieron rumores de las dudosas prácticas contables de ENRON, esto debería haber provocado la salida de algunos de sus ejecutivos. El 2 de diciembre de ese mismo año se declaró en bancarrota, lo que provocó la mayor quiebra de la historia. La compañía engañó a los mercados durante mucho tiempo, mintiendo sobre su situación financiera y se piensa que creó entidades aparentemente independientes en las que descargaba deudas y malos negocios de modo que no figuraran en la contabilidad oficial del grupo. La compañía alentó a sus empleados a adquirir acciones de ENRON en medio de la crisis que solo los más altos responsables conocían, para impedirles luego vender cuando la cotización empezó a caer. Muchos de sus empleados por lo tanto invirtieron gran parte de sus ahorros en acciones de la compañía, y luego de golpe lo perdieron todo. De hecho jamás nadie les advirtió que las finanzas de ENRON se estaban deteriorando. Sin embargo, importantes ejecutivos de ENRON lograron vender sus acciones antes de la quiebra. Esto creó la sospecha de insider trading, de hecho, ellos eran los únicos que sabían cual era la situación real financiera de la empresa, y utilizaron esta información que no era pública para vender las acciones que poseían, sabiendo que el valor de las acciones caía en picado.

La cotización de la acción de ENRON fue en picado hasta que el 10 de enero de 2002, la Bolsa de Nueva York suspendió su negociación al haber alcanzado un nivel de apenas 0,67 dólares, cuando a inicios de 2001 era de 80 dólares. A consecuencia de ello, centenares de empleados y ex empleados de la empresa demandaron colectivamente a ENRON por las pérdidas que sufrieron al invertir en acciones de la empresa. Se alega que ellos fueron alentados a invertir en las acciones de ENRON sin que la empresa les informara de su condición financiera. La demanda alcanzó también a Arthur Andersen en calidad de auditor de la empresa.



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